A veces pienso en ellos

A veces los extraño

A veces agradezco a la vida haberlos dejado atrás

A veces me pregunto si piensan en mí

Si me extrañan

O si agradecen a la vida que los haya dejado atrás.

¿Por qué miento?

¿De qué siento que me tengo que proteger?

Hola Diego,

Te escribo esto, pero no te lo voy a enviar.

No quiero que te ilusiones, ni quiero hacerte retroceder en tu duelo o en lo que sea que estés viviendo.

Porque no voy a responderte, ni voy a darte nada más. Por eso lo escribo acá, más para mí que para vos, porque sé que nunca lo vas a leer.

Simplemente quiero decirte que lo siento, lo siento muchísimo. Sé que intentamos todo para ser la persona correcta para el otro. Hicimos un montón de cosas, trabajamos juntos y por separado para ser la pareja correcta para el otro. Lo que pasa es que no lo éramos, ni lo íbamos ser. Pero estábamos empecinados en lograrlo.

Lo siento mucho, porque cuando estábamos bien, la pasábamos increíble. Nadie me hizo reír como vos. Nadie me hizo sentir tan amada como vos. Nadie me hizo sentir tan cuidada como vos.

Lo siento mucho, porque cuando estábamos mal, la pasábamos horrible. Nos hacíamos mucho daño. Nadie me hizo sentir tanto miedo como vos. Nadie me hizo sentir tan diminuta como vos. Nadie me hizo sentir tan poco cuidada como vos.

Sé que todo fue culpa de los dos. De querer que el otro fuera algo que no podía ser nunca. De querer recibir algo que el otro no podía dar. De no respetar límites o deseos.

Los dos teníamos una fuerte necesidad de ser el único para el otro. Sin querer fuimos posesivos, intensos, tóxicos, malditos.

Lo siento mucho porque te extraño, extraño esas caricias que eran tan tuyas y tan mías. Lo siento porque no quiero saber nada más de vos, no quiero volver a cruzarte en la calle ni en ningún lado, nunca más. No somos, no fuimos, una buena combinación. No me gusta la persona en la que me convertía cuando estaba con vos.

Hoy lloro, después de muchos meses de no llorar lo nuestro. Sé que quiero volver a enamorarme, quiero volver a encontrarme en la cama con un hombre que ame, pero primero tengo que sacar esto afuera.

Por eso te escribo. O me escribo. Porque esto es más para mí que para vos.

Ojalá seas muy feliz. Gracias por todos los momentos maravillosos que tuvimos. Gracias por hacerme reír como nunca me reí. Gracias por amarme, sé que me amaste mucho. Sabés que yo también te amé mucho? Te amé como nunca había amado a nadie, jamás.

Te mando un abrazo, más fuerte que cualquier otro abrazo que te haya dado.

Franca

Insomnio

Hoy el día es espeso

desparramada sobre la cama

El alma más pesada que ayer

Construyo realidades imaginarias

más livianas

más frescas

más sueltas de cuerpo

Donde floto sin tiempo

donde la ansiedad no me ata de manos

Donde el sueño es sueño

y yo vivo.

Cuando la ansiedad circula

imagino impaciente 

el final del cuento 

No hay tiempo 

para verte a los ojos mil veces,

ni para tejer lo nuestro de a poco,

como merece.

Cuando la ansiedad me gana

no puedo esperar a mañana:

te quiero a mi lado de manera imposible.

No hay tiempo

para descubrir tus átomos 

ni para permitirte conocer mis latidos.

Cuando estoy como ahora,

tu presencia se me hace urgente,

fantaseo que me estás pensando,

y la incertidumbre infinita
no me deja soñarte.

¿Quién dijo
que necesito tu validación?

No las cartas

No el universo
que me vio romper cada muro

No la vida
que me forzó a cruzar cada puente
atravesar cada ola
conquistar cada montaña

¿Quién dijo
que tenés algún poder sobre mí?

No mis alas
ni mis colmillos
ni mucho menos mi músculo más fuerte:
mi corazón de leona
de amazona
de mujer valiente

¿Quién dijo
que me hacés falta?

La corriente eléctrica
carga cada glóbulo en mi sangre
Busca una salida
Un cable a tierra

Lo abstracto
Lo absurdo
Lo soñado
Ansían forma y masa

Solo se puede decir
lo que se admite

Hoy lo grito:
¡Yo anhelo
volver a enamorarme,
volver a encontrarme
en piel y alma!

Soy la mujer desnuda
que dibujé abstracta.